Movimientos literarios: romanticismo
La evolución del pensamiento ha traído consigo la aparición de distintos movimientos literarios, los cuales han pretendido establecer distintas formas de hacer literatura, con el objetivo de adaptarse a las exigencias estéticas y las necesidades expresivas de una época determinada. Entre estas corrientes, hablaremos del romanticismo.
¿Qué es el romanticismo?
De forma errónea, se suele denominar a un texto “romántico” cuando trata de un tema amoroso. Sin embargo, el romanticismo es un movimiento literario surgido en Alemania en 1850, desde donde se extendió a Inglaterra, Francia, Italia y España, y casi todo el continente europeo.
Existen diversas teorías sobre el origen del término “romántico”, pero lo que sí es seguro es que la corriente nació como respuesta al espíritu de la Ilustración y el regreso a las formas clásicas que estaba tomando fuerza en la época.
El romanticismo presenta dos corrientes:
Conservadora: pretende una exaltación del pasado y rescata los ideales estéticos de la Edad Media. Además, aboga por el nacionalismo, sin importar el país en el que se inicie.
Liberal: implementa una nueva estética y rompe con el pasado para establecer una forma diferente de sentir, alejada de los principios racionales.
Contexto del romanticismo
La Ilustración (siglo XVIII), surgida en Francia, impulsó una forma de pensamiento racional que pretendía combatir con el conocimiento el oscurantismo que había gobernado en Europa. Este movimiento fue el resultado de un deseo de alejarse de los modos de pensar que habían conducido a las guerras de religión, por lo que pretendió dejar atrás el misticismo y la fe ciega, para dar paso a un modelo basado en el conocimiento y el auge de las ciencias. De igual forma, el movimiento abogaba por la educación de los pueblos, con el fin de abandonar los regímenes absolutistas sostenidos por la ignorancia de los súbditos.
En contraposición a esto, la corriente romántica proponía implementar una nueva sensibilidad que no solo se aplicara en las artes, sino también en la vida de cada individuo. Aunque coincidía con el movimiento ilustrado en el deseo de alejarse de las jerarquías establecidas y la religiosidad dogmática, abogaba por la individualidad y el mundo interior, exaltando la libertad de cada persona.
Características del romanticismo
El romanticismo liberal fue el más difundido y, por lo tanto, sus características se atribuyen de forma inmediata cuando se piensa en el movimiento. Los textos románticos se distinguen por:
Exaltar el yo del autor, narrador o hablante lírico.
Enfocarse en la interioridad de los personajes (narrativa) o el hablante lírico (poesía).
Reconfigurar la aparición de la naturaleza en los textos, deja de ser un fondo donde transcurren las acciones, para convertirse en ente vivo que se conecta con el personaje o cambia de acuerdo con sus emociones.
Defender la libertad de expresión, los sentimientos cobran gran importancia, personajes y narradores se extienden en descripciones sobre ellos.
Sensación de nostalgia por paraísos perdidos e idealización de lugares y seres amados.
El sufrimiento forma parte esencial de la vida de los personajes, o es tema principal de los poemas.
¿Cómo escribir siguiendo el modelo romántico?
Antes de comenzar a escribir siguiendo los ideales del romanticismo, es necesario conocer a los principales autores y familiarizarse con sus obras. Entre estos escritores, es posible mencionar a Novalis (Himnos a la noche), Johann Wolfgang von Goethe (Las cuitas del joven Werther, Las afinidades electivas), lord Byron (Don Juan), entre otros.
Concentrarse en la emocionalidad de los personajes y dar importancia a la naturaleza y el entorno que los rodea es crucial. Además, extenderse en descripciones abundantes y en la relación que existe entre ellos y el entorno. Aunque cada corriente literaria responde a las necesidades de una época específica, es posible seguir este modelo para escribir un texto que se acerque al espíritu romántico.
Este artículo fue escrito por:
Zorayda Coello
Editora de Aguja Literaria