Homo Sacer
En prisión, lepra y anatema,
soy la sentencia de Lámec.
Paria de una casta explícita,
quien abuse de mí
no es violador ni chantajista,
quien me quite la vida
no es asesino ni homicida.
En libertad, flor de nuda vida,
soy la marca de Caín.
Paria de una casta implícita,
me registran, vigilan y castran,
someten, exponen y apartan,
cual cabeza de lobo,
cual chivo expiatorio.
"Yo no perdono, yo amo",
dijo un sabio.
"El perdón es arrogancia
y jamás olvida.
El amor, en cambio,
repara, construye, camina."
Amor necesita Satanás,
porque si lo odias, odias,
pero si lo amas, tu amor es infinito.
Aquel de vosotros sin pecado,
arrojadle la primera piedra.
Como juzguéis, seréis juzgados.
Como midáis, seréis medidos.
¿Para cuándo un registro de
asesinos, ladrones
y narcotraficantes?
Homo Sacer,
no estás solo.
Cuenta conmigo.
Escrito por:
Francisco Valenzuela
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