De bebé a morir
La pequeña fue un botón
tenía un ramo de orquídeas
hizo un pacto sanguinario
deshojó mil margaritas.
La muchacha, cándida y profunda,
leía “Ojitos de pena” de Jara,
“Era un niño que soñaba” de Machado,
“Al pie desde su niño” de Neruda.
La mujer, sujeto y arma
trajo marraquetas y hallullas
plantó árboles, escribió libros
fue manzana, después naranja.
La anciana, cual ahorro de años,
vio crecer a sus hijos y nietos.
Baila, se ejercita, tiene un diario,
su alianza, su última voluntad:
Lloren por quienes están muertos,
por quienes nacen.
Reciban mis retoños y sus vástagos
mi casa, fortuna, derechos de autor.
Donen mis órganos, crémenme, entiérrenme.
Cúmplase mi alianza, mi última voluntad.
De bebé a morir.
Escrito por:
Francisco-Valenzuela
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