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¡CÓMO HAN PASADO LOS AÑOS!
Cómo han pasado de prisa… los años se vinieron.
Añorando el tiempo ido, con los recuerdos de antaño,
vemos que se va la vida… la vida sin más consuelo.
Cuando éramos mozuelos, no importaban esos años.
Hoy he querido volver y correr como lo hacía,
no deseo entregarme a la vejez todavía.
Mas el reloj de la vida a todos nos cobra un precio
y tenemos que pagarle, es el precio de la vida.
Llegan los nietos compensando el tiempo ido,
tú quieres enseñarles lo que aprendiste un día
sin aceptar estos cambios que algún día llegarían
en un mundo diferente que tú no aceptarías.
Ahora, mirar la vida de manera resignada,
aceptar la palabra viejo con un sino diferente.
Como lo hizo mi padre, cuando yo se lo decía,
sin ver que esa palabra, lleva dardos tan hirientes.
Ahora a vivir el presente sin pensar en el mañana,
dedicarte a tu familia, dejar los recuerdos ir,
detener el tiempo en fotos, darle rienda a la emoción,
saborear el resto de vida, y no pensar… en morir.
Escrito por:
Mario-Villagran
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