HACEDORA DE LA POESÍA
Para que no me olvides en alta marea
espolvoreo sal del idioma, exorcizo
demonios de la impostura.
Benditas mis manos trigueñas
espolvorean cristales salinos
separan la paja del trigo.
Siempre triunfará
la autenticidad del trigo
belleza ambarina en equilibrio.
Cruzo el ojo de la tormenta
relámpago húmedo, abrazo
arquitectura de tú ser
cuerpo-jade, alma-diamante.
En el abismo del abismo
espejean piedras preciosas.
Sentada
en el jardín del hoy soplo
remedio oficial de los males
diente de león, flor-cartita
suspendida en el aire me habla:
“Marcela Silva, los poetas no mueren,
inmortales perduran vertientes colmadas en sabiduría.
Seres de luz, habitan el planeta corazón por la eternidad.
A la puesta del sol, eres hacedora de la poesía".
Escrito por:
Marcela-Silva-Ramírez