EL PRÍNCIPE
Y fue el día del príncipe
el vehemente, el esperado,
el que prendía estrellas de colores en tu pelo
y deshojaba rosas a tus pies.
Algunas páginas de tiempo se marcharon.
Inservibles azahares rodaron por el suelo,
se hizo nieve tu cintura,
vino la noche del eclipse y el día taciturno.
En volutas azules se deshizo el príncipe,
la carroza se volvió calabaza,
ya no calzaba el zapato de cristal
y un sapo regordete se paseó en el jardín.
Escrito por:
Helena-Herrera-Riquelme