VÉRTIGO
A veces el tiempo se amansa
otras, se encabrita.
Las horas caen
con sabor ferruginoso,
crecen más alto
las hierbas entre ruinas.
Otros cuentan las horas,
invocan a los dioses,
marcan esquivas trascendencias.
Lobos cobardes se esconden en
el canto de la luna
sus oscuros tatuajes los delatan
y en manada se precipitan
al insondable pozo.
Escrito por:
Helena-Herrera-Riquelme