EL NIÑO DEL CENTENO
Yo sería el guardián entre el centeno.
Holden Caulfield
Jugando en el centeno
está feliz mi niño lindo;
no tiene pasado ni presente,
sino un futuro siempre verde.
Niño, padre del hombre,
luz de un día perenne.
Niño, de la Creación rubor,
de la humanidad limbo.
Abre tus alas, ponte a volar,
líbrame de la larva
y del fuego abismal.
Dame tu mano
sabrás que la edad
no es una brecha para la amistad.
Compañero de juegos,
cómplice de la independencia,
Rubén y Benjamín… en la vida nómada.
Y recuerda, mi niño: otros te ayudarán
como lo hiciste tú conmigo.
Escrito por:
Francisco-Valenzuela