PASIÓN
Miro sus profundos ojos y veo en su interior un mar azul
que se mueve suavemente al encontrarse con los míos;
como si quisieran encumbrarse hacia un arco iris
escondido entre la lluvia que termina.
Tomo sus delicadas manos,
estas emiten un mensaje caluroso al encender la sangre que nos recorre,
sin que nada la detenga.
Me acerco a ella, buscando el fuego de su soma,
aquel que parece encender todo lo que toca.
Nuestros labios tiemblan, buscando estampar sobre sí
la pasión que enciende la cercanía, se tornan bermellones.
Las perlas brillantes de su boca parecen un faro luminoso
que me guía, como barco hacia el fin del viaje.
Un beso apasionado ilumina, cual volcán, nuestros rostros
mientras, por dentro, pareciera que se desprenden los órganos de nuestros cuerpos, producto de la unión de dos almas que solo quieren amar
hasta hacer explotar la conciencia en dulce clímax,
la sangre y la verdad… en una sola carne.
Escrito por:
Patricio-González-Tobar