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LA LLUVIA
¡Qué fastidio un día de invierno como este, no ha dejado de llover en toda la tarde! Piensa Tito mirando por la ventana. Lo único que cabe hacer es encerrarse en su pieza y leer algún libro, mientras sus dos hermanos se entretienen con juegos electrónicos o mirando la TV.
Tito es distinto a sus hermanos, a él le interesan otras cosas, tiene una gran sensibilidad y mucha imaginación. Es el más estudioso de los tres, siempre dice que cuando sea grande, va a ser escritor y para eso sabe que tiene que estudiar y leer muchos libros, para darse cuenta cómo escriben los grandes de la literatura. Ha leído pocos libros y novelas juveniles, a los once años, el más le llegó hondo fue “El niño que enloqueció de amor”, historia que lo marcó. Se sintió identificado con el protagonista, porque él siempre ha estado enamorado de una niña mayor que él: su prima Raquel, de dieciocho. Cuando viene de visita, ella lo saluda muy efusivamente, lo besa muchas veces en forma cariñosa, desordena su pelo; es ahí cuando él siente su suave perfume, siempre es el mismo, aunque pasen los años, él lo recordará. “Cuando sea grande le diré que estoy enamorado de ella, ahora no lo hago porque no lo creería.”
Mientras afuera, gruesos goterones salpican la ventana, Tito se acerca para mirar cuál es el panorama en la calle: muy poca gente transita por ella. Solo puede divisar a lo lejos, una figura femenina que viene apresurada, saltando pequeños charcos bajo un gran paraguas de color.
-¡Es ella!
A Tito casi se le escapa un grito ahogado, y corre a abrir la puerta. Es como una aparición, Raquel, su querida prima, ha venido a visitarlos. Después de saludar a todos, la muchacha pregunta:
-¿Me podré quedar aquí esta noche?, con esta lluvia, no quiero arriesgarme…
El corazón de Tito late tan fuerte, que cree que Raquel lo va a sentir, y se aleja unos pasos. Piensa que aquella noche no dormirá debido a la presencia de Raquel tan cerca. “Ella, estará durmiendo en la pieza de al lado, y sentiré de cerca su perfume toda la noche… bendita lluvia, bendito invierno…”.
Escrito por:
Patricia-Herrera-Riquelme
