EL DIABLO CELOSO
Estaba la muerte un día
danzando con el Diablo
en un baile de disfraces
en la noche de San Pablo.
Todos estaban contentos
bebiendo un licor amargo
que les quemaba hasta el alma
y los dejaba a lo largo.
La muerte se desarmaba
bailando un bonito tango
con el Diablo apretadito
en un pasillo muy largo.
La muerte bailó con todos
y con todos coqueteando.
El Diablo, diablo celoso
al verla reggaetoneando
con un payaso chistoso
que la estaba conquistando.
"A mí no me engaña nadie"
dijo el Diablo enfurecido,
tenía chispas en los ojos
y los cachos retorcidos.
La muerte tiró su capa
y también el antifaz,
"no nos veamos la suerte"
dijo la muerte altanera
así terminó la fiesta y aquí
¡todos pa’ fuera!
Escrito por:
Patricia-Herrera-Riquelme