LA ESCÉPTICA
-¡Ahí viene!- gritó la chica para que él pudiese oírla.
La máquina se acercaba peligrosamente hasta donde las personas de la caseta se encontraban pitando repetidas veces para alertar a los dos jóvenes.
-¡Cruza ya!- gritó de nuevo, agitando los brazos contra su pecho en señal de que lo recibiría junto a ella.
El chico, tembloroso y sintiéndose como estúpido por lo que haría, escuchó el sonido de la máquina casi martillando en sus oídos. Inhaló hondo, cerró sus ojos y corrió atravesando la línea del tren, obligándose a saltar en último momento para que éste no lo arrastrara consigo.
-¿Por qué?, ¿por qué me hiciste hacerlo?- dijo jadeando mientras lo rodeaban los brazos de ella, luego de haber caído ambos al suelo tras cruzar la línea férrea, segundos antes de que el tren pasara frente a ellos.
-Porque el que alguien me ame me parece tan ilógico, como el hecho de saltar a la línea del tren cuando pasa…
Él, en silencio, la estrecho entre sus brazos.
Escrito por:
Joselyn-Peña